Las fundaciones comunitarias, conocidas como cívicas en el ámbito germano y comunitarias en el anglosajón, emergen como actores clave en el desarrollo local. Estas organizaciones filantrópicas independientes, con un enfoque territorial delimitado, movilizan recursos financieros, humanos y de conocimiento para abordar las necesidades de sus comunidades y fortalecer su desarrollo a largo plazo.

Se distinguen de las fundaciones tradicionales por su enfoque geográfico específico y su compromiso con el bienestar integral de la comunidad a la que sirven. Su misión primordial radica en actuar como un catalizador del bien común, fomentando la colaboración entre diversos actores (ciudadanos, entidades, empresas, administraciones públicas) para generar un impacto positivo y sostenible en su entorno.

Los valores que las impulsan suelen incluir la proximidad, la participación ciudadana, la solidaridad, la transparencia y la sostenibilidad. A diferencia de fundaciones tradicionales, las fundaciones comunitarias suelen tener una gobernanza más amplia y representativa de los intereses de la comunidad.

Las fundaciones comunitarias desempeñan un papel polifacético y crucial en la sociedad en tanto que, entre otros temas, fomentan:

- Cohesión social y lucha contra la exclusión: Actúan como agentes de inclusión social al identificar y abordar las necesidades de los colectivos más vulnerables dentro de su comunidad. A través de proyectos que promueven la igualdad de oportunidades, el acceso a servicios básicos y el apoyo a personas en riesgo de exclusión, contribuyen a reducir las desigualdades.

- Desarrollo comunitario: Fomentan el fortalecimiento del tejido asociativo creando redes de colaboración en las que se aportar recursos financieros, humanos y de conocimiento.

- Innovación social y respuesta a necesidades emergentes: Dada su cercanía a la realidad local, las fundaciones comunitarias están bien posicionadas para identificar nuevas problemáticas sociales que a menudo no son atendidas de manera adecuada por las estructuras tradicionales. Pueden actuar como laboratorios de innovación social, desarrollando y pilotando soluciones creativas y adaptadas a las necesidades específicas de su comunidad.

- Promoción de la cultura, la educación y el patrimonio local: Apoyan iniciativas educativas, actividades culturales y la conservación de bienes históricos, contribuyendo a fortalecer el sentido de pertenencia y la riqueza cultural de la comunidad.

- Fortalecimiento del voluntariado y la filantropía local: Actúan como puentes entre las personas y las causas sociales, facilitando la participación del voluntariado y canalizando la generosidad individual y empresarial hacia proyectos de impacto comunitario. Fomentan una cultura de la donación y el compromiso cívico a nivel local.

En España somos líderes en solidaridad pero con la peculiaridad de que en la mayoría de los casos esa solidaridad va asociada a responder a un desastre o a una crisis. Sin embargo, todos sabemos que, para que se produzca transformación social hace falta constancia y eso es una de las aportaciones de las fundaciones comunitarias.

Todos podemos contribuir a la mejora de los lugares donde vivimos. La fundación comunitaria acoge a personas que poseen recursos como tiempo, conocimiento o dinero y también a empresas que buscan formas más estratégicas de canalizar su responsabilidad social y, por supuesto, también a administraciones públicas sensibles a las aportaciones que la sociedad civil organizada puede realizar.

Las fundaciones comunitarias surgen de la base de la sociedad. Son personas y entidades de un espacio con identidad propia (un barrio, una ciudad o un territorio concreto), que reconocen sus necesidades estratégicas y quieren ser dueños de su futuro. Es un instrumento de crear y consolidar a la sociedad civil. Son estratégicas para contribuir a la sostenibilidad del mundo asociativo, algo que es importante también ante situaciones generadas por la pandemia del Covid-19 o por el desastre de la DANA en Valencia.

En la Fundació Cívica Oreneta del Vallès nos enorgullecemos de ser parte de este movimiento mundial que se está potenciando en España con la coordinación de la Asociación Española de Fundaciones y el patrocinio de diferentes organizaciones de índole internacional.